Oye tú, mi opuesto. Aprovecho la ocasión de tu día para hablarte.
Antes que nada quiero que sepas te reconozco y se que existes. Se que
venimos a este viaje juntos.
Te agradezco por encontrarte conmigo, te agradezco por mostrarme el reflejo de mi que aun no podía ver, y que quizás aún no entiendo.
Te agradezco porque poco a poco me voy reconociendo de nuevo.
Creo que ambos sabemos que entender nuestras singularidades ha sido un trabajo arduo y difícil de ignorar.
Cuando nos encontramos vimos todo eso que parecía interesante, nos veíamos a nosotros mismos, en el otro, y eso nos gustaba, veiamos el reflejo amable y eso nos animaba a querer acercarnos. Con el tiempo empezamos a ver partes que no cuadraban, lo que paso es que la etapa de enamoraMIENTO, paso, se disolvió.
Quedamos expuestos desnudos, uno frente al otro, llenos de heridas infectadas, que nos duelen, yo toco las tuyas para evitar que te acerques a las mias y tu tocas las mías para evitar que me acerque a las tuyas.
Se que te he lastimado, y lo siento. No puede hacerlo de otro modo, no sabia como hacerlo. Me enseñaron que así podía protegerme.
Este es un aprendizaje constante y creo que es donde prevalece el sentido de relacionarnos. Tu me enseñas, yo te enseño. Cada uno va descubriendo aspectos de sí mismo que ignoraba.
Ese aprender, curarnos puede doler, porque tocar una herida bastante profunda e infectada, puede hacernos rechazar que existimos. Pero si no podemos ver que existe, como podemos limpiarla, sanarla?.
‘Me pongo primero para sepas que no intento recaer en ti. Quiero asumir principalmente mi parte, la que me corresponde’.
Quizás desconozcas el sentido de haberte encontrado con alguien conmigo, creeme yo también me he preguntado lo mismo. Pero aun cuando mi ego, la parte de mi que más desentiendes, te amo y agradezco cada experiencia que compartimos. Eres el regalo que nunca término de destapar. Quizás a ti te suceda lo mismo.
Te pido disculpas porque sé que a veces logro exasperarte con esa forma de ver mi realidad.
Quiero que entiedas que ambos estamos compuestos de historias distintas, no solo físicamente como nos hemos reconocido. Tu ves el mundo muy distinto a como yo veo mí mundo, yo he creado un sueño con cada cosa que he vivido y se que tu haces lo mismo.
Se que en tu historia al igual que la mía, nos han inculcado cosas que han hecho que creemos un distancia, diferencias subrayadas. Te han enseñado a verme como una intrusa, que viene imponer tu vida. Y a mi me han enseñado que tu no eres alguien en quien pueda confiar.
Pero no es así, esta es una sociedad donde la única forma en que funciona realmente es si ponemos yo 50 y tu 50. Yo me hago cargo de mi 50 y tu de tu 50. Ni yo, ni tú, debemos justificarnos en el otro. Se que ahí, no hemos logrado un acuerdo, pero no dudo que algún día llegara ese momento.
No quisiera que tuvieramos miedo de encontrarnos, de mirarnos, de sentirnos, de aceptarnos… sé que nuestras heridas son profundas y tocarlas nos duelen como nunca. Pero deja que el amor del que estamos hechos nos cure poco a poco, encargemonos de nuestras partes, curemos nuestros miedos, dejame aprender de ti y abrete aprender de mi.
Dejemos de competir, de vernos como enemigos, de querer lastimarnos para no mirar nuestras propias heridas. Las que se generaron hace muchísimo tiempo, en la epoca que eramos inocentes y no entendíamos que en la mitad de las piernas llevábamos, yo la puerta y tu la llave al cielo.
Dejemos de jugar a que existe un ganador y un perdedor.
Aquí ambos ganamos. Siempre. Premios distintos.
Dejemos de jugar al juicio. A las víctimas. A los abusos.
Hagamos el acuerdo de caminar al centro donde nos hacemos uno.
Yo femenino masculino, tu masculino femenino. Yo en ti, tu en mi.
Yo en ti , tu en mi. Alfa y Omega.
Feliz día mi opuesto, sin ti, no hubiera sido creado este sueño llamado planeta tierra. Tu eres la fuerza, el razonamiento, el canal de la luz.
Te abrazo profundamente. Gracias
Photo- Película eterno resplandor de una mente sin recuerdo.
Mujermaga 